ENCINA (o ENCINAS, o De la ENCINA)

 

 

         Entre las numerosas y distintas casas de este apellido figu­ran como muy calificadas las que radicaron desde antiguo en la provincia de Santander.

         Parece que todas ellas dimanaron de un primitivo solar que hubo en las Asturias de Santillana, y tiénese por cierto que de ese solar fueron hijos los fundadores de la casa de Encina, sita en el lugar de Cianca y Parbayón, perteneciente al valle de Piélagos y partido judicial de Santander. Ese pueblo lleva dos nombres porque hace poco más de doscientos años se hallaba dividido en dos, llamado el uno Cianca y el otro Parbayón o Parballón. Una epidemia que se cebó en ellos los redujo a escaso vecindario, y por hallarse muy próximos se refundieron en uno, con los dos nombres que actualmente tiene.

         Otras casas del mismo apellido en la Montaña de Santander, y a las que se les atribuye idéntico origen, radicaron en los lugares de Tanarrio y Mogrovejo, del Concejo de Camaleño y partido judicial de Potes, y en el lugar de Maoño, del partido de Santander.

         También hubo casas del apellido que nos ocupa en Medina de Pomar (Burgos) ; en Aranda de Duero, villa de la misma provincia; en Santa Cruz de la Zarza, del partido judicial de Ocaña (Toledo); en la villa de Huete (1), de la provincia de Cuenca; en la de Sepúlveda (2), de la de Segovia; en la de Onteniente (3), de la de Valencia: en Aragón y en Andalucía.

 

 

(I)          

En Huete

De la casa de la villa de Huete fué

 

I. Juan Bautista Rodríguez de la Encina, natural de Huete, que en su esposa doña María de Salamanca, de igual naturaleza, tuvo a

II. Juan Rodríguez de la Encina y Salamanca, natural de Huete, esposo de doña María de Tolosa, natural de Ciudad Rodrigo (Salamanca), y ambos pa­dres de

 

1.º Esteban de la Encina y Tolosa, natural de Ciudad Rodrigo y Caba­llero de la Orden de Santiago, en la que ingresó el 11 de Abril de 1707­

2.º Pedro Faustino de la Encina y Tolosa, natural de Ciudad Rodrigo y también de hábito de Santiago en igual fecha que su hermano, y

3.º Antonio Francisco de la Encina y Tolosa, natural de Ciudad Rodrigo y Caballero santiaguista, ingresado con la misma fecha de los anteriores.

 

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También procedió de esta casa de*Huete

 

I. Pedro Rodríguez de la Encina, natural y Regidor perpetuo de Huete, que contrajo matrimonio con su deuda doña María Rodríguez de la Encina, de la misma naturaleza, y fueron padres de

II. Juan Alfonso de la Encina y Rodríguez de la Encina, natural y Regi­dor perpetuo de Huete, que casó con doña Ana del Castellar, natural de Taran­cón en la misma provincia de Cuenca, y procrearon a

III. Juan Francisco de la Encina y Castellar, natural de Huete, del Con­sejo de Su Majestad, Fiscal de su Real Hacienda y Caballero de Santiago desde el 2 de Marzo de 1735. Había casado con doña Juana Ignacia de la Carrera, natural de Tarancón, y en ella tuvo a

IV. Vicente Ignacio de la Encina y de la Carrera, natural de Madrid y del hábito de Santiago, que vistió en a de Mano de 1735­

 

En Sepúlveda

(2)          

 

A la familia de la Encina que radicó en la villa de Sepúlveda perteneció

I. Cristóbal de la Encina, natural de Sepúlveda, que se unió en matrimonio con doña Catalina de Contreras, natural de Villarejo de la Sierra (Zamora), y tuvieron por hijo a

II. Diego López de la Encina y de Contreras, natural de Sepúlveda, que tuvo por esposa a doña Blanca de la Peña, natural de Guadalajara, y de este enlace nació

III. Francisco de la Encina y de la Peña, natural de Sepúlveda y del hábito de Alcántara con fecha de 1645.

 

(3)          

En Ontehiente

 

De la familia que moró en Onteniente (Valencia), y de ella procedió

 

I. Félix de la Encina y Colomar, natural de Onteniente, que contrajo ma­trimonio con doña Luciana Ros, de la misma naturaleza, naciendo de esta unión

II. Francisco de la Encina y Ros, natural de Onteniente, que en su mujer doña Ana Fernández Mesa, natural de Valencia, tuvo a

III. Félix de la Encina y Mesa, natural de Onteniente, casado con doña Vicenta Falc6 y Juliá, natural de Valencia,, a la que hiw madre de

IV. Vicente de la Encina y Falcó, natural de Valencia y Caballero de Carlos III desde 1842.

 

 

ARMAS

 

         El primitivo solar de las Asturias de Santillana y la casa del lugar de Cianca y Parbayón traían: De oro, con una encina de sinople frutada de oro y dos lebreles de sable manchados de plata al pie del tronco, encontrados y atados a aquélla con una trailla de gules.

 

         Pedro Fernández de Encina, descendiente de la casa de Cian­ca, que se halló en al toma de Baeza, acrecentó ese escudo, como se ha dicho, con una bordura de gules, con ocho sotueres de oro. (Escudo 245.)

         Léese que estas mismas armas usaron las demás casas de la provincia de Santander.

         La casa de la villa de Medina de Pomar ostentó: De plata, con una peña de su color sumada de una encina de sinople, cargada la copa de un mochuelo al natural. (Escudo 246.)

 

 

         Bibliografía.-«Nobiliario», de Jerónimo de Villa, en el tomo XIX del «Becerro», M., folios 315 vuelto y 354.-«No­bleza general de España», de Francisco Lozano, M., tomo II, folio 234.-«Nobiliario general», de Juan Baños de Velasco, M.. folio 88.-«Armas y linajes», de Antonio Barahona, M., folios 123 y 133.-«Rosal de Nobleza», del mismo autor, M., fo­lios 126 vuelto y 135.-«Papeles genealógicos», de Miguel de Salazar, M., folios 47 y 107 vuelto.-Expedientes de pruebas de nobleza de todos los Caballeros de Ordenes militares que figuran en las notas de esta información, en el Archivo Histó­rico Nacional.